¿Por qué hoy el VIH ya no es lo mismo que en los 80s?

Hace más de 40 años, vivíamos en una época vibrante marcada por los cambios culturales, los avances tecnológicos, el surgimiento de íconos musicales inolvidables y los colores neón que pintaban una nueva forma de expresión. Pero también, fue una década que enfrentó una de las crisis de salud pública más duras y silenciadas: el inicio de la transmisión del VIH/SIDA.
Según ONUSIDA, en 1981 se reportaron los primeros casos de VIH en Estados Unidos, lo que encendió las alarmas en la comunidad médica internacional. Durante los años 80, el desconocimiento y el estigma marcaron la historia de quienes vivían con el virus. Sin embargo, el avance científico, el activismo y las políticas públicas han cambiado radicalmente el panorama.
VIH y SIDA no son lo mismo
El VIH es un virus que, con tratamiento adecuado, puede controlarse de por vida y no avanzar al SIDA, la fase más grave de la infección cuando el sistema inmunológico está muy debilitado. En los años 80, muchas personas desarrollaban SIDA porque no existía un tratamiento efectivo o no tenían acceso a él. Sin medicamentos, el virus dejaba al cuerpo sin defensas frente a otras enfermedades.
En la actualidad, gracias a los avances médicos y científicos, muchas personas que viven con esta enfermedad nunca llegan a desarrollar esta última etapa. Por eso, el diagnóstico temprano es tan importante. Cuanto antes sepas, mejor te cuidas.
“El estigma y la discriminación a veces hacen más daño que el mismo virus. Aunque hoy existen tratamientos eficaces, muchas personas aún sienten miedo de hacerse la prueba o iniciar tratamiento por culpa del rechazo social” explica Jesús Jalabe, médico líder del programa PrEP de Profamilia.
¿Cuáles son las principales formas de transmisión del VIH?
Las formas de transmisión del VIH no han cambiado mucho desde los años 80. La vía más común sigue siendo a través de relaciones sexuales sin condón con una persona que tiene una carga viral alta y no se encuentra en un tratamiento. También puede transmitirse al compartir agujas o durante el embarazo, el parto o la lactancia.
Todavía existen muchos mitos sobre el VIH que debemos dejar atrás. Es fundamental saber que no se transmite por abrazar, besar, compartir una piscina o dar la mano.
Diagnostico oportuno: pruebas que salvan vidas
En los años 80, muchas personas se enteraban de que vivían con VIH cuando ya presentaban síntomas graves, ya que no existían pruebas rápidas ni diagnósticos tempranos. Hoy, en cambio, existen pruebas accesibles que permiten detectar el virus a tiempo y tomar medidas para controlarlo:
- Prueba rápida: en menos de 20 minutos puedes conocer tu resultado. Estas pruebas detectan los anticuerpos que el cuerpo genera frente al virus. Ten en cuenta que tienen un periodo de ventana inmunológica de hasta 12 semanas, es decir, ese es el tiempo que debe pasar desde la posible situación de riesgo para que el resultado sea confiable.
- Pruebas de tercera y cuarta generación: estas pruebas se realizan en sangre y son más sensibles. Detectan tanto los anticuerpos como el antígeno P24, una proteína del VIH que aparece poco después de la infección. Gracias a esto, la ventana inmunológica se reduce a 28 días.
PrEP y PEP: dos súper herramientas para prevenir el VIH
Actualmente existen tratamientos seguros y eficientes que previenen el VIH:
- PrEP (profilaxis preexposición al VIH): Es una pastilla que puede tomarse a diario o de forma puntual (esquema 2-1-1) y reduce significativamente el riesgo de adquirir el VIH. Está dirigida a personas que no viven con el virus, pero que tienen prácticas sexuales con mayor exposición.
- PEP (profilaxis posexposición al VIH): Es un tratamiento de emergencia que debe iniciarse dentro de las 72 horas posteriores a una situación sexual de riesgo, como una relación sexual sin condón o una agresión sexual. Su duración es de 28 días.
¿Qué servicios ofrece Profamilia para la prevención, detección y tratamiento del VIH?
En 2024, en Profamilia realizamos más de 98.700 atenciones en prevención, diagnóstico y tratamiento de infecciones de transmisión sexual (ITS). Entre nuestros servicios están:
- Consulta médica con profesionales especializados.
- Asesoría y educación sobre la prevención del VIH.
- Pruebas rápidas y complementarias.
- Acompañamiento psicológico para personas con diagnóstico positivo.
- Consulta de PrEP, un espacio pedagógico en el que también se inicia con este tratamiento (aplica para persona que aún no se han contagiado del virus).
“Hoy todo ha cambiado gracias a los tratamientos eficaces para controlar el VIH y a las formas seguras de prevenirlo. Un diagnóstico ya no debe verse como una condena, sino como un paso hacia la meta de lograr el estado de indetectable = intransmisible. Hablar con claridad, sin miedo ni estigmas, es también una forma de cuidarnos”, concluye Jesús Jalabe. En Profamilia trabajamos por una sexualidad libre, informada y segura. Si necesitas orientación o atención, puedes acudir a cualquiera de sus más de 50 clínicas en el país o comunicarte a los siguientes canales: Línea telefónica: 300 9124560 / WhatsApp: 318 531 0121