Día de las Microempresas: un emprendimiento indígena que con inclusión financiera y formación empresarial hoy traspasa fronteras

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  • La ONU estableció el 27 de junio como el Día de las Microempresas, el sector productivo más importante del país, y desde Bancamía se analiza, con la historia de Wilson Calambás, un indígena Misak, cómo el acceso a productos y servicios financieros, con acompañamiento formativo, cambia vidas en poblaciones de bajos recursos.
  • La entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA cuenta que de los 365.000 microempresarios que atiende en el país, el 86% son vulnerables desde el punto de vista de sus ingresos, 42% viven en zonas rurales y 36% cuentan con educación primaria a lo sumo, realidades que con mejores oportunidades de acceso no representan barreras para hacer crecer un negocio.
  • Como Wilson, en 92 municipios afectados por la violencia y la pobreza, cerca de 10.000 emprendedores y microempresarios han recibido formación empresarial para la creación y fortalecimiento de microempresas, a través del programa EMPROPAZ, liderado por Bancamía en alianza con USAID.

Una idea de negocio

En la vereda El tejar, ubicada a media hora de la cabecera municipal de Silvia, municipio del Cauca, una idea de negocio se tejió desde el orgullo de pertenecer al pueblo indígena Misak y la visión de un microempresario, Wilson Calambás, a quien salir de su resguardo hacia la capital del país le abrió la mente para regresar luego a su comunidad a emprender, destacando el arte y la cosmogonía de su etnia, con lo que le dio vida a su ‘Almacén y confección Misak Srailø, Tejidos Misak’. Esto es algo a resaltar en el Día de las Microempresas.

La ONU celebra cada 27 de junio el Día de las Microempresas (las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas – MIPYMES) para generar conciencia sobre su contribución en el desarrollo sostenible y la economía global, con el propósito de destacar la importancia de crear oportunidades para su crecimiento y consolidación, especialmente en zonas vulnerables, como muchos rincones de Colombia donde la creación de una microempresa representa el sustento de una familia y el desarrollo de toda una comunidad.

Iniciativas en el Día de las Microempresas

Es el caso de Wilson y su familia, quienes fabrican y vende artesanías, además de prendas propias de su comunidad, elaboradas por ellos mismos a partir de los conocimientos heredados de sus ancestros y que se siguen transmitiendo de generación en generación. En ese sentido su negocio ha ido creciendo en gran parte por contactos y alianzas que Wilson ha hecho, la participación en ferias como las de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (ANATO), sus ventas por redes sociales y, recientemente gracias a un amigo de su comunidad que vive en Estados Unidos, hizo su primer envío hacia ese país.

Wilson es beneficiario del programa Emprendimientos Productivos para la Paz (EMPROPAZ), una iniciativa que es liderada por Bancamía, en alianza con USAID, la cual busca impulsar el fortalecimiento de empresas y el nacimiento de nuevos negocios, específicamente en 92 municipios de 17 departamentos, afectados por la violencia y la pobreza, donde se han impactado a 194.000 personas con formación especializada y procesos de inclusión financiera en condiciones especiales.

“En estos casi 15 años nos hemos interesado por entender a los microempresarios, conocer de primera mano sus condiciones sociales, identificar de forma clara sus limitaciones, y así, en adelante, cómo desde nuestra oferta de valor proponemos resolverlas. La inclusión financiera debe partir de una amplia mirada, hay que ir más allá de lo financiero, como lo hemos hecho con Wilson, porque solo así nuestro modelo de acompañamiento podrá tener una mejor tasa de éxito que redunde en un mejoramiento de su calidad de vida”, explica Viviana Araque Mendoza, presidenta ejecutiva de Bancamía.

Crédito de fortalecimiento

A partir del acompañamiento a través de EMPROPAZ, Wilson cuenta que implementó un libro contable para tener control de sus ingresos y egresos, desarrolló estrategias de mercadeo para generar contactos y dar a conocer sus productos en otros municipios del Cauca como Piendamó y Cajibió, a través de ferias departamentales, pero también en otras ciudades comohttps://sebastianmanson.com/hogar/bespoke-life-2023-de-samsung-destaca-las-tecnologias-que-ofrecen-comodidad-al-tiempo-que-construyen-un-manana-mas-sostenible/ Barranquilla, Armenia y Bogotá, a donde envía mercancía, especialmente mochilas, gracias a las redes sociales.

De hecho, la comunicación con sus clientes en Colombia y otras partes del mundo ha sido posible con un computador que compró por medio del crédito de fortalecimiento al que accedió con Bancamía, el cual también invirtió en máquinas para hacer los procesos de confección de la indumentaria tradicional de una manera más tecnificada dentro de su Resguardo de Guambía, en el que habitan 13.000 Misaks, con el objetivo de ahorrar tiempo, especialmente en las épocas del año donde tiene más pedidos.

Adicionalmente, adquirió materia prima para cumplir con los pedidos que tenía y también poder ofrecer más productos, de los que se siente orgulloso porque allí las personas pueden entender su cosmogonía como pueblo indígena a partir de los diseños, colores y técnicas empleados. Y viendo el valor y el interés que esto genera, Wilson identificó un servicio turístico que ahora ofrece, denominado la ‘Ruta del Tejido Misak’.

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