Cusezar promueve a sus contratistas a cumplir la meta de acceder a vivienda propia
- Con la iniciativa “Del Dicho al Techo” se logró una cobertura del 30% de la población de la obra de Cusezar.
Cusezar, ha puesto en marcha una gran iniciativa dirigida a sus contratistas en el Macroproyecto La Marlene, en Bosa. Con el objetivo de facilitar el acceso a la información y asesoría para lograr iniciar el sueño de adquirir la vivienda propia, la compañía se suma al programa de Camacol B&C que combina talleres de educación financiera con ferias inmobiliarias llamado “Del Dicho Al Techo”.
Hace un mes, Cusezar llevó a cabo un taller de educación financiera para 60 trabajadores de contratistas del plan parcial La Marlene, específicamente en el proyecto La Alegría II, brindándoles herramientas esenciales para planificar sus finanzas y ahorrar para la compra de una vivienda. Este primer paso ha sido fundamental para empoderar a los trabajadores y acercarlos a su meta de tener un hogar propio.
“Me siento contento por el apoyo que nos están brindando y las capacitaciones que nos dieron para tener nuestra propia vivienda con la ayuda de los diferentes bancos y el acompañamiento con los ingenieros y residentes”, comenta Jose Aroca, contratista.
Como siguiente etapa de este proyecto, el 30 de octubre se llevó a cabo la feria de vivienda “Manos que construyen sueños” en los proyectos del plan parcial La Marlene. En este evento, aproximadamente 100 trabajadores tuvieron la oportunidad de acceder a información valiosa sobre créditos, subsidios y asesoría personalizada para materializar el sueño de tener vivienda.
Susana Peláez, gerente general de Cusezar afirmó: “Creemos que el bienestar de nuestros colaboradores va más allá del ámbito laboral. Por eso, nos hemos sumado a esta estrategia de Camacol B&C, con Constructora Bolívar y Fundación Bolívar, con el objetivo de contribuir al sueño de nuestros contratistas de tener una vivienda propia. Queremos que se sientan valorados y acompañados en este importante proceso”.
Este programa no solo beneficia a los contratistas de La Marlene, sino que también tiene un impacto positivo en la comunidad en general, al promover la estabilidad económica y el desarrollo social.
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