AQUELLAS PEQUEÑAS COSAS O EL CHASCARRILLO DE TÍO TOMBO
- “¿Soy yo la literatura?, ¿te parece que soy reflejo de la realidad? Cogé seriedad”.
Aquellas pequeñas cosas o el chascarrillo de Tío Tombo es la segunda obra publicada bajo el sello Ópera Prima escrita por Sergio Muñoz.
El jurado de la II convocatoria estuvo conformado por tres referentes literarios destacados en el ámbito latinoamericano:
Antonio Ungar (escritor colombiano; Premio Herralde, 2010), Lina María Pérez (escritora colombiana, Premio Internacional de Cuentos Juan Rulfo, 1999) y Ramón Cote (poeta y escritor colombiano; Premio Casa de América de Madrid, 2003).
Esta novela cuenta, con un ritmo trepidante, la historia de un expolicía, que conocemos los lectores como Tío Tombo. A través de los ojos de su sobrino, que a petición de su tío decide contar la historia de las hazañas del personaje, nos acercamos a su particular trayectoria. Tío Tombo fue un policía corrupto, que aprovecha en excesos todo el dinero que le quedó de sus negocios turbios; y que además tiene estudios de Literatura y sigue con devoción a los formalistas rusos.
Con este marco el narrador nos presenta, con un humor mordaz, más allá de la vida de un personaje, una crítica a la literatura y a la sociedad. Las principales virtudes de esta novela son la coherencia estructural, la violencia y el vértigo con que es narrada; el ritmo y el encuentro entre el lenguaje culto y el popular que revelan una interesante voz narrativa para la literatura del país, según lo descrito en el fallo del jurado.
“Uno podría abrir la reseña de Aquellas pequeñas cosas o el chascarrillo de Tío Tombo de Sergio Muñoz diciendo que es una novelita corta que tiene de todo: hombres fuertes y corruptos, mucho aguardientico, balaceras y persecuciones, motos de alto cilindraje, drogas y demás cositas, bellas mujeres del suroccidente del país, referencias a los formalistas rusos, música popular y cantinas, etc. Pero, si bien todo eso está ahí, estamos ante —sin querer reducir el asunto a géneros y etiquetas;— una especie de novela picaresca que resulta ser una sátira sostenida de principio a fin.
Porque, aunque estos antihéroes parecen estar siendo enaltecidos por el tono conformista y cínico del narrador; en el fondo no es más que una grotesca caricatura; una fábula absurda e irreal de ciertos rasgos de la sociedad colombiana que se construye con un tono que es mezcla de películas de acción, relato heroico de borracheras y antiacademicismo que dice tirar calle y experiencia popular”.