5 dimensiones que debe desarrollar todo líder

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Beto Bravo

El liderazgo es un ejercicio natural, tan natural como el deseo de crecer y evolucionar, conectar con otros, pero sobre todo dejar huella. Para Beto Bravo “todos lideramos y estamos llamados a hacerlo en diferentes momentos de nuestra vida y en diferentes ámbitos tanto personales, familiares, sociales, como laborales”. Beto es Psicólogo, coach y mentor individual y de equipos.

El verdadero liderazgo va de adentro hacia afuera, se basa en el autoconocimiento, en el deseo de crecer y acompañar a otros a crecer. Este proceso debe verse como algo que estamos llamados a sentir como una fuerza, un impulso o una motivación, y esa voz interior debe generar bienestar y satisfacción a todos.

Beto Bravo agrega que “desde mi perspectiva y lo que he comprendido por muchos años en este proceso de desarrollo de líderes, equipos de trabajo y empresas es que todos estamos invitados a viajar por 5 dimensiones lleven a los demás a mejorar la manera como gestionan sus relaciones, sus recursos y sus resultados. Estas 5 dimensiones son: la personal, la relacional, la de impacto e influencia, la de transformación y la de resultados.

Este viaje del liderazgo no solo permite descubrir un estilo o una marca personal y la manera natural de liderar; sino que abre el camino para escuchar a otros, de tal manera podamos para saber cómo le gusta ser liderado, algo que muy pocos hoy se toman el tiempo para indagar o develar. Por eso es importante conocer sobre cada dimensión.

Dimensión personal para el liderazgo

En esta dimensión la conexión es consigo mismo, recordamos de dónde venimos, qué es lo esencial, qué nos hace únicos, qué es lo que realmente nos mueve, qué recursos tenemos (no sólo económicos), a que le tenemos, que nos motiva, que es lo que nos invita a crecer y cuál es la real búsqueda de a dónde queremos movernos.

Dimensión Relacional

En la dimensión relacional se abre un mundo de oportunidades que permiten ahondar en el yo (a través de como me conecto con los otros, cómo me desconecto de otros y qué se mueve dentro de cada uno cuando entro en interacción con otros). Además, “este proceso permite entrar respetuosamente al universo del otro, reconocerlo, resignificarlo; vincularnos no solo con simpatía, sino con empatía y con compasión – para mi compasión es empatía en acción-. Es el espacio donde construyo relaciones genuinas parado en el paradigma ganar – ganar” Agrega Bravo.

Dimensión de Impacto e Influencia

Esta dimensión permite reconocer a profundidad la manera personal de liderar, de impactar o influir en un grupo o un sistema (incluso en el propio). Implica conectar de manera consciente lo que pienso, siento y hago. También se adquiere conciencia del impacto que tenemos en el entrono desde las fortalezas y las oportunidades de mejora personales.

Comprendemos el impacto que tenemos cuando descubrimos lo que hay al interior y lo reflejamos afuera, de tal manera que nos permita trabajar con mayor congruencia, desarrollando verdadera autonomía y acompañando a crecer a otros permitiendo su propia autenticidad; autonomía y acompañándolos en el camino de fortalecimiento de sus propios recursos con la claridad de un propósito común.

Dimensión de la transformación

En este proceso, nos reconocemos en movimiento y en quietud, identificamos cuál la zona de confort, cuál es la zona de aprendizaje y cuál la de pánico. Nos hacemos cargo y aprendemos el significado de “ResponsHabilidad” con “h” intermedia, como lo describe Beto. Identificamos también la habilidad de responder y de hacernos cargo de nosotros y de nuestras acciones, inacciones y los resultados que estos traen por ley de causa y efecto.

En esta dimensión reconocemos nuestras limitaciones, miedos, obstáculos, así como los recursos y talentos. Es acá donde aprendemos a escucharnos con mayor profundidad, aprendemos también a anticiparnos, a planear, a organizar y comunicar, a entrar en acción y a integrar. 

Aquí vivimos un ciclo que facilita anticipar los posibles saboteadores de las transformaciones que deseas hacer y vivir; y te lleva con mayor fluidez a un nuevo lugar (mental, físico y emocional) donde quieres estar.

Dimensión de los resultados del liderazgo

En esta quinta y última dimensión, abrimos espacios para aclarar lo realmente nos atrae o estamos buscando, persiguiendo o queremos alcanzar. Aclaramos el panorama descubriendo y desarrollando herramientas, métodos, estrategias y recursos que nos permitan acercarnos a nuestros objetivos de manera más fluida, eficiente y natural.

“Muchas veces no tenemos claro los resultados que queremos alcanzar, o que caminos debemos tomar para alcanzarlos o que recursos debemos tener para lograrlo; al igual que los métodos, herramientas o estrategias que permitan llegar de la mejor manera a lo propuesto”. Este es un viaje completo que permite abrir todas las cartas y ponerlas sobre la mesa, saber con que recursos cuento yo y con cuáles cuentan los otros, abre espacios para comprender qué nos motiva o nos moviliza, qué nos puede estar limitando, qué es lo que estamos buscando y qué caminos podemos construir y recorrer para llegar a cumplir metas, objetivos, sueños y propósitos tanto individuales como colectivos. El objetivo entonces es aprender a aplicar cada dimensión y reconocer cuando estamos listos para acompañar a otros, en su viaje hacía el buen liderazgo.

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